top of page

Crónica: Gol gana

Gustavo Vargas

No era un fin de semana como los demás. Me alistaba a ir a unas retas de fut muy peculiares en Jardines del Sur. ¿Por qué decidí ir? Pues acepté la invitación de mi cuñado a ir a jugar con él, ya que con anterioridad me había platicado de ellas, decía que eran muy divertidas y lo padre es que son longevas, todo un clásico.

 

Al llegar al parque de Jardines vi que había unos juegos infantiles, una zona para hacer ejercicio, una iglesia y unas canchas (una de basketball y otra de futbol). Al acercarnos, mi cuñado saludó a las personas que estaban en la cancha de fut. Eran hombres de varias edades, pero había uno en particular que me llamó la atención: un señor canoso, con un paliacate en la cabeza, y muy fuerte físicamente para su edad. Era Don Carlos, de 60 años de edad, el fundador de las retas. Él llevaba los balones, las redes para las porterías y ponía reglas para que no hubiera trampa. Un gran organizador, razón principal por la que llevan realizándose 40 años cada fin de semana, sin excepción alguna.

 

La cita siempre es a las diez de la mañana, y conforme van llegando se van haciendo los equipos. Retas de cuatro personas, partido de duración de diez minutos a dos goles y en caso de empate, penales. Mi equipo ya había ganado tres retas seguidas, pero a la cuarta nos sacaron. Fue entonces que tuvimos que dejar la cancha y pensé: “Qué flojera, me voy aburrir acá fuera”.

 

Pero estando en la banca me sorprendí; había un ambiente de armonía y amistad muy padre. Se “molestaban” sin parar, los de afuera les gritaban a los que estaban jugando y viceversa. Me quedé impresionado que todos se llevaran tan bien, y al preguntarle a mi cuñado la razón de ello, me comentó que todos los que estaban en las retas -o la mayoría- iban desde muy chicos a jugar y por eso se conocían tan bien.

 

“Ay sí, cuñadito, cuñadito”. Así era la forma en que “molestaban” a mi cuñado cuando me daba pases o me felicitaba por ciertas jugadas. Siempre he sido fan del futbol, y por lo mismo siempre he jugado retas en los recesos de la escuela o en casa de amigos, pero jamás había estado en unas retas así de padres. Perfectamente organizadas, no había pleitos, y se sentía una armonía que hacía parecer a todos un gran equipo. Al acabar las retas no faltaron las cervezas en la tienda o los taquitos de carnitas, y echar la platica acerca de lo que había pasado en los partidos.

 

Puedo decir que gracias a mi cuñado conocí un lugar donde además de divertirme, hice buenos amigos. Como las retas de Jardines del Sur, podrá haber otras parecidas o iguales. Si te gusta el futbol y quieres encontrar algo así, el primer paso es salir de lo rutinario. Es decir, si sólo juegas en canchas empastadas o en ligas, no estaría mal que te dieras una vuelta a alguna de las retas que puedas encontrarte en los diferentes parques de la ciudad.

© 2015 por Revista Digital Metrópoli. Creado con Wix.com

bottom of page